Sustine et abstine

Texto enviado por Tenis Ay:

Soporta y renuncia, pero a cambio de qué. En demasiados casos el premio es el disfrute del castigo al pecador. Reunidos en la plaza los puritanos asisten a la lectura de la lista de pecados cometidos por los ociosos y el vicioso y el malvado, y a continuación al merecido castigo del pecador: azotes, latigazos, ahorcamientos, decapitación, qué merecido se lo tenía, se lo ganó!. Que levante la mano el virtuoso puritano que no ha tenido una experiencia de gran regocijo contemplando altaneramente el sufrimiento del pobre pecador. Que a esa emoción no la llamen compasión, porque realmente es satisfacción. La idea de que el castigo es el merecido de los pecadores forma parte de la ideología dominante actual que está enraizada en la misantropía, el ascetismo religioso, el cinismo griego, etc. El premio por la renuncia al placer no es la complacencia con el sufrimiento del vividor.

Comunicación de la asociación "pequeños y medianos alohólicos".

Por correo electrónico se recibió este mensaje de la asociación que puse en el título:

"Nuestra asociación con ánimo lúdico agrupa a pequeños y medianos alcohólicos desde hace dos lustros. La encuesta que todos los años responden los asociados que han pagado la cuota semestral es en el año 2021 esta:

- 1 ¿Qué es lo que más echas tú en falta de los chigres?

  a) Que todos nos tratamos con el mismo respeto y compartimos confidencias de nuestras aficiones, profesiones y amores. Siento que alguien me escucha y me comprende. El guarda comprende al ladrón, el estudiado al peón, el cura al pecador.

b) Se consume la vida de uno mismo felizmente, se ama al prójimo y se ayuda al necesitado. Se olvidan las penas y se duerme mejor. La vida no es producir más y mejor. El ocio es vida sana porque la felicidad es salud.

c) Los bares, chigres, mesones, tascas, tabernas... son la argamasa que une a los individuos, combaten la plagas de las tristezas y la soledad. Sin bares los pueblos mueren de pena, la sociedad se atomiza y las familias sectarizan, y el odio al placer ajeno se impone a la alegría de la compañía de los otros.

*Al pasar por delante de un bar y toparse con un alma con un cigarro en la mano y el vino en la otra, no le juzgues tan severamente; su vida, aunque más corta, merece la pena ser vivida tanto como la tuya.