Epicureismo rural.

Vencido el miedo a la muerte de uno mismo y entonces a la pérdida del ser para sí y de aquellos que son una parte de nosotros, y si al mismo tiempo se consigue permanecer dentro de los límites del más acá y no se pierde por completo el instinto de superviciencia, y si por entonces no estáis transitando las tortuosas sendas de la autodestrucción y el suicidio, libres de todo ello y de la tentación del más allá, justo en ese momento fugaz de conciencia (por fin) se alcanza el ESTADO ASTURIANO DE DISFRUTE RURAL. Todos sabéis que el placer urbano nunca existió, en la urbe hay trabajo, negocio y vicio. El epicureismo es rural, es la deshinibición real tanto en estado de ebriedad como en el resto del tiempo. Es la sidra y el despojo de la estupidez urbanita, el bable libre de academicismo, el sudor y su olor. Conservar el placer rural deshinibido y ebrio tanto en el chigre como en el monte es un deber moral, un imperativo cultural. Asturias es diferente al resto del mundo y por tanto nuestra forma de estar en él. Y no es esa mierda por la que pagan los turistas, esa cultura pintoresca con bailes y disfraces que les permite olvidar durante una vacaciones la mierda de vida de consumo y trabajo. La identidad de asturias es la inversa, la negación, debería desconcertar y aturdir al turista de masas, deberían volver a casa temblando.

La asociación reivindicamos una piscina climatizada en Ribadesella.

 La asociación volvemos a reivindicar una piscina municipal en la cual puedan estar nadando los riosellanos, por las siguientes razones en o...