Muerte de los intelectuales.

Un intelectual no es un licenciado en humanidades, ni un actor, filólogo, doctorando, físico, ni en general ningún especialista académico, ningún profesional. Tampoco lo son el especulador, el charlatán, el visionario, el adanista, el lunático, el narcisista, el superhombre ni el superprocesador de datos. Sabemos qué es un intelectual por lo que no debe ser, como sabemos que el universo no es finito, dios mortal, la conciencia material, o el tiempo absoluto tal cual lo concebió Newton. El poder mata al intelectual, lo transmuta en su contrario, en todo aquello contra lo que su esencia es contrapuesta. Sabemos que un intelectual no tiene poder, porque a medida que lo va alcanzando se va alejando de su esencia constitutiva.
Esta gran amenaza global son el maniqueismo radical y el estatismo: el poder justifica el suicidio colectivo del intelectual. Todos aquellos que tenían razón de ser en la contracultura, en la crítica radical al poder, en la batalla ideológica pura, en el inconsecuencialismo teórico, en la agitación de conciencias, la insumisión y la objeción de conciencia...y que ahora se han pasado al bando enemigo, a las instituciones, al partido, al arribismo, a la sumisión, y se han arruinado moral y humanamente a sí mismos, suponen la mayor amenaza para la sociedad: un gobierno de exintelectuales, de aquellos que antes dudaban y ahora tienen certezas, críticaban al poder y ahora recelan del pueblo, soñaban con la libertad y ahora ansían el poder dentro del partido cainita y la imposición del pensamiento único, de su única verdad.. El peor gobierno posible es el gobierno de los intelectuales.

La asociación reivindicamos una piscina climatizada en Ribadesella.

 La asociación volvemos a reivindicar una piscina municipal en la cual puedan estar nadando los riosellanos, por las siguientes razones en o...