Arrojado fuera de sí.

El aislamiento de lo cotidiano, del mundo, para ocuparse por un tiempo de uno mismo, y poder regresar luego a cuidar de los otros, y volver a ser lo que la gente piensa que somos, y seguir existiendo en el ente temporal, en la nada instantánea del presente. La sucesión constante de percepciones sensibles, de gratificaciones, todo aquello que conforma la vigilia permanente del depredador nunca satisfecho, es materia de la identidad del mundo exterior que aniquila al vedadero ser.

Destrudo como fuente de Eros.

La máxima esperanza de vida como sentido y éxito, hipocondria e individualismo. La ocultación del destino último, la muerte, como medio necesario para el hedonismo consumista y el narcisismo alienante. Cuidate, prohibido fumar y beber, degusta carne animal cruda y quema calorías practicando sexo. Ser un triunfador viviendo 120 años y bebiendo danacol...Tres puntos y aparte. Hay una energía vital, relacionada con Eros y Dionisio, que proviene de la autodestrucción, del placer de la compañía de Tánatos, del embiagador aroma del cigarrillo y el licor. Negarlo es no concerse a sí mismo ni saber ser feliz. Abusar de ello es, como dicen los facultativos de la sanidad, contraproducente para el efecto deseado. El tabaco es malo para la sanidad, pero para la vida está por demostrar, el uso racional del tabaco. Porque el abuso es otra actitud, es un impulso más allá de Destrudo, es no contentarse el alma con menos que Dios. Y aún más allá está el masoquismo de la adoración a Higía, el vegetar, la negación de todo impulso vital con el fin de perdurar y, de tanto huir de la muerte, convertirse finalmente en un muerto que vive.

5 centímetros.

Respecto a la realidad se puede levitar para evitar ser abrasado por el fuego de lo terrenal. Avivan sus llamas los embravecedores, los encendedores de furia. A unos centimetros del suelo el calor se disipa y se puede sentir el aire fresco circular alrededor del espíritu, es la sensación física de la libertad de conciencia individual: mantener bien protegidos sus lindes de los ataques de la colectividad y de los sediciosos idealistas es la ocupación de la filosofía en general, la académica y el resto.(Parte I)

La pura verdad sobre "El árbol de la vida" (Terrence Malick).

En publicaciones especializadas están los análisis más profundos y exhaustivos de esta obra de arte. Sobre el sufrimiento del Libro de Job, el dolor de Santo Tomás de Aquino, el ser y el tiempo de Heidegger, la melancolía de los Problemas XXX de Aristóteles. La película de 2 horas y once minutos de filosofía para cumplir con la misión encomendada, con el destino señalado: dar sentido al dolor y la muerte. Las imágenes universales que al borde de la muerte deberían pasar por nuestra mente.

Epicureismo rural.

Vencido el miedo a la muerte de uno mismo y entonces a la pérdida del ser para sí y de aquellos que son una parte de nosotros, y si al mismo tiempo se consigue permanecer dentro de los límites del más acá y no se pierde por completo el instinto de superviciencia, y si por entonces no estáis transitando las tortuosas sendas de la autodestrucción y el suicidio, libres de todo ello y de la tentación del más allá, justo en ese momento fugaz de conciencia (por fin) se alcanza el ESTADO ASTURIANO DE DISFRUTE RURAL. Todos sabéis que el placer urbano nunca existió, en la urbe hay trabajo, negocio y vicio. El epicureismo es rural, es la deshinibición real tanto en estado de ebriedad como en el resto del tiempo. Es la sidra y el despojo de la estupidez urbanita, el bable libre de academicismo, el sudor y su olor. Conservar el placer rural deshinibido y ebrio tanto en el chigre como en el monte es un deber moral, un imperativo cultural. Asturias es diferente al resto del mundo y por tanto nuestra forma de estar en él. Y no es esa mierda por la que pagan los turistas, esa cultura pintoresca con bailes y disfraces que les permite olvidar durante una vacaciones la mierda de vida de consumo y trabajo. La identidad de asturias es la inversa, la negación, debería desconcertar y aturdir al turista de masas, deberían volver a casa temblando.

Habrá más gente que escriba que lea

El narcisismo expresado en las redes de difusión de sí mismo nos está conviertiendo a todos los del primer mundo en gente con aspiraciones literarias. El efecto narcisista de escribir y publicar es el de la muerte del verdadero ser y la creación de un ser por introyección, un ser creado por uno mismo para matarse a sí mismo, un vulgar demonio tal cual lo definen los evangelios judios. La identidad del ser humano está demasiado condicionada por los objetos que consume; ser motero, en su esencia, no es ser poseer una moto, es tener la pasión necesaria para montar la vida sobre una de ellas. Ser torero lo mismo, es entregar la vida al animal. Pensarse ser escritor es a día de hoy descargar la aplicación, escribir lo que uno piensa personalmente y darle a publicar. O peor aún, tener un blog del calibre de este mismo, una aberración narcisita. La enajenación, el "alienati" de San Pablo para referirse a los alejados de Cristo, es uno de los efectos derivados de hacer pública la identidad creada con fragmentos del otro.

Enajenación por laboriosidad.

 (Texto de ideas puras y ebrias, conspiradoras, del más allá, oníricas..enviado desde Hospitalet).
La introspección, la meditación, la espiritualidad y todo eso requieren voluntad, ocio y soledad. La voluntad está al servicio del consumo, consumir es otra forma de trabajar, cada mensaje en la red social forma parte de la jornada laboral, es trabajo que entregamos gratis y por el que el dueño obtiene miles de millones de dinero, esclavo es aquél que trabaja en contra de su voluntad y sin obtener nada a cambio. El ocio real no existe, el ocio como negación del trabajo no existe, el consumismo lo ha devorado, el tiempo de ocio verdadero es ya cosa de monjes, mediums, espiritualistas, meditadores orientalistas, etc. La soledad es pecado y sospechosa de enfermedad mental, y etiquedada como tal, fobia social o carencia de recursos sociales, de empatia, etc. La sociabilidad extrema potenciada con cafeína es la antesala de la locura por enajenación social. El conocimiento de uno mismo es también malvisto. La conexión permanente conlleva la enajenación social y conduce al analfabetismo espiritual, al nihilismo, es el fuego que consume al espíritu y por tanto el infierno.

La asociación reivindicamos una piscina climatizada en Ribadesella.

 La asociación volvemos a reivindicar una piscina municipal en la cual puedan estar nadando los riosellanos, por las siguientes razones en o...